Primero fue la Comisión de Energía y Minas del Congreso que aprobó por mayoría el proyecto que amplía por 30 meses el plazo para que Doe Run culmine su PAMA, el cual ahora tiene carácter de improrrogable; luego fue ratificado por el pleno del Congreso.
Ahora se informa que la minera Doe Run Perú evalúa entregar al Gobierno y a proveedores sus acciones y hasta una mina en operaciones como garantía para asegurar el cumplimiento de su plan de mejora ambiental; lo que nos parece saludable y sensato.
Doe Run, de la estadounidense Grupo Renco, para completar su plan ambiental siempre consideró de clave para reanudar sus operaciones que lo salvarían de un colapso financiero una ampliación a su PAMA, cuyo plazo anterior vencía a fines de octubre.
Doe Run tiene inversiones pendientes por unos 160 millones de dólares para completar el plan ambiental, además debe unos 110 millones de dólares a sus proveedores, que les cortaron el suministro de metales. La minera podría reiniciar en las próximas semanas sus operaciones en el complejo metalúrgico de La Oroya, paralizadas desde junio.
Es en este sentido Doe Run tiene un gran compromiso no sólo con el Estado sino una gran responsabilidad social que no debe defraudar, primero porque sus propios trabajadores fueron los que salieron en defensa de su estabilidad laboral. Ahora los dirigentes sindicales han expresado de que serán los primeros en que exigir que Doe Run cumpla con su PAMA, le tomamos la palabra y le recordaremos permanentemente.
Asimismo no debemos olvidar que por esta crisis se llegó a una situación de violencia, lamentablemente con la pérdida de tres vidas humanas, dos trabajadores y un policía que merecen ser honrados por siempre.
Finalmente Doe Run tiene un compromiso con el medio ambiente que pasa por concluir su último proyecto PAMA y quizá sólo con ello se podría hablar de que realmente la minería puede convivir con la naturaleza.
Ahora se informa que la minera Doe Run Perú evalúa entregar al Gobierno y a proveedores sus acciones y hasta una mina en operaciones como garantía para asegurar el cumplimiento de su plan de mejora ambiental; lo que nos parece saludable y sensato.
Doe Run, de la estadounidense Grupo Renco, para completar su plan ambiental siempre consideró de clave para reanudar sus operaciones que lo salvarían de un colapso financiero una ampliación a su PAMA, cuyo plazo anterior vencía a fines de octubre.
Doe Run tiene inversiones pendientes por unos 160 millones de dólares para completar el plan ambiental, además debe unos 110 millones de dólares a sus proveedores, que les cortaron el suministro de metales. La minera podría reiniciar en las próximas semanas sus operaciones en el complejo metalúrgico de La Oroya, paralizadas desde junio.
Es en este sentido Doe Run tiene un gran compromiso no sólo con el Estado sino una gran responsabilidad social que no debe defraudar, primero porque sus propios trabajadores fueron los que salieron en defensa de su estabilidad laboral. Ahora los dirigentes sindicales han expresado de que serán los primeros en que exigir que Doe Run cumpla con su PAMA, le tomamos la palabra y le recordaremos permanentemente.
Asimismo no debemos olvidar que por esta crisis se llegó a una situación de violencia, lamentablemente con la pérdida de tres vidas humanas, dos trabajadores y un policía que merecen ser honrados por siempre.
Finalmente Doe Run tiene un compromiso con el medio ambiente que pasa por concluir su último proyecto PAMA y quizá sólo con ello se podría hablar de que realmente la minería puede convivir con la naturaleza.